El palacio de Schönbrunn, la residencia de verano de los Habsburgo

El Palacio de Schönbrunn es uno de los principales edificios históricos y culturales de toda Austria. Desde su construcción a lo largo del siglo XIX ha sido uno de los referentes de la ciudad de Viena. Su precedente fue un pequeño palacio que mandó construir el emperador Maximiliano II en 1559, siendo destruido en el II Sitio de Viena (1683).

Palacio Schönbrunn

Por todo ello, el siguiente emperador, Leopoldo I, encargó a Johann Fischer von Erlach la construcción de un palacio mucho mejor para su hijo José I. El edificio como tal pasó a ser heredada por Carlos VI, el cual lo desdeñó desde el principio.  Pero no ocurrió lo mismo con su hija, Maria Teresa, quién terminó por convertirlo en una residencia veraniega, status que conservaría hasta el final de la monarquía en 1918. El palacio auténtico se construyó en el periodo 1692-1713. Además de todo ello, Maria Teresa ordenó una ampliación importante a Nikolaus von Pacassi: la mayor parte de la decoración interior es de tipo rococó austriaco.

Johann Ferdinand Hetzendorf von Hohenberg siguió con el proceso de remodelación del palacio en 1765, realizando obras tan significativas como la Glorieta que completa el gran parque que rodea el edificio. Como colofón, entre 1817-19, Johann Aman lleva a cabo una unificación y simplificación de la fachada siendo claros los dictados del clasicismo de la época, determinándose también el color de la fachada: un amarillo tan característico que constituiría a partir de ese momento una de las señas o marcas de la monarquía Habsburga (todos los edificios oficiales de la familia eran pintados con el mismo color).

Interior del palacio

Cómo llegar: se puede llegar en la línea de metro U4. La parada se llama “Schöbrunn” y la de su zoo particular “Tiergarten” (es el más antiguo y grande del mundo”. También se puede llegar en tranvía parando en “Hietzing”.

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